Martín Rizo: en tres años, cero avances.
Por Gabriel Yorio González
Faltan 45 días para que Martín Rizo entregue la administración municipal y es la hora en que no puede concluir la papelería de la entrega-recepción del ayuntamiento, donde al parecer tiene dificultades para justificar un gasto de 18 millones de pesos que no encuentran sustento contractual.
Rizo ya comenzó a sufrir el olvido que los malos alcaldes experimentan cuando finalizan el trienio, ya ninguno de sus colaboradores quiere acompañarlo a eventos públicos y muchos de ellos ya no trabajan con él. Algunos regidores se niegan a firmar la recepción de obras no concluidas (aunque muchos otros lo hacen por una módica cantidad, por supuesto), además de que a muchos otros les da miedo ir a dar a la cárcel por los malos manejos realizados por el alcalde saliente, sobre todo cuando éste dedicó su trienio a pregonar en contra del gobernador Fidel Herrera.
La percepción de la gente de Papantla sobre Martín Rizo es pésima y por más que se esmera en limpiar su imagen con publicidad en medios, sigue pasando prácticamente desapercibido, ya que ahora toda la atención la tiene el alcalde electo Francisco Herrera. Rizo es víctima de sí mismo y producto del azar político, su falta de capacidad política lo marcaron como gobernante. Administrador improvisado que rayó en la mediocridad y mal negociador que la mayoría de las veces actuó con prepotencia infantil, inclusive retando a golpes a quienes no compartieran su opinión. Son comunes las historias en las que Rizo se ridiculizaba retando a golpes a agentes municipales y regidores. ¿Cuándo se había escuchado de semejante espectáculo de un alcalde de Papantla?
Lamentablemente Rizo ahora forma parte de la historia de Papantla, para bien o para mal es un eslabón más en la cadena de pésimos gobernantes y políticos que hemos tenido. Tan sólo repasemos haciendo un recuento de las malas actuaciones de los gobiernos priistas, panistas y perredistas que perdieron el ayuntamiento. Tanta alternancia política sólo se entiende por las malas administraciones de los alcaldes que detonan el fenómeno llamado “voto de castigo” cuando finalizan sus administraciones.
Mientras que alcaldes de otros municipios ya tienen preparada su entrega y terminan sus trienios con gran aceptación, ya que los ciudadanos reconocen el trabajo que hicieron y la humildad que tuvieron, Martín Rizo, por el contrario, termina la suya con el desprecio de la gente que votó por él, situación que para él vale la pena al parecer por la riqueza que en tres año amasó.
Durante su administración no hubo avances en transparencia y rendición de cuentas, la promoción de la cultura estuvo por los suelos, no hubo política de desarrollo ni promoción turística, no se realizó inversión en infraestructura y la poca que se hizo fue de mala calidad, el tan ansiado programa de bacheo general nunca llegó, el ordenamiento del transporte público se quedó en veremos, las exportaciones de tejido prehispánico sólo fueron plasmadas en un plan de papel sin llevarse a cabo, el sistema de limpia pública empeoró y además aumentó los impuestos que se cobran por este servicio, no hubo modernización catastral ni un fortalecimiento de los ingresos públicos del municipio, entre muchas otras desavenencias más.
Martín Rizo fue alcalde del noveno municipio con más votantes y el decimo en importancia económica en el estado, el alcalde saliente prácticamente dejó pasar la gran oportunidad de tener una carrera política ascendente. Rizo se va con el único mérito de haber logrado que Papantla entrara al Programa Pueblos Mágicos, pero sin lograr la aplicación de cuando menos una obra para convertir en Papantla en un Pueblo Mágico. Sin embargo, debemos reconocer que Rizo educó bien a sus hijos, quienes nunca actuaron con prepotencia, ni abusando del poder como lo hicieron hijos y familiares de otros alcaldes, lo cual nos dice que es un buen padre. Pero nada más.