Tihuatlán: La Ciudad de las Esculturas.
Por Gabriel Yorio González
Durante el mes de noviembre el ayuntamiento de Tihuatlán realizará diversas inauguraciones de toda la obra realizada durante los últimos tres años. Durante este tiempo, rompió con el mito de que tres años son pocos para hacer algo de gran impacto en un ayuntamiento, ya que la presente administración demostró que con poco se puede hacer mucho.
El gran atractivo turístico con que cuenta ahora la ciudad de Tihuatlán es la inauguración de un Cristo Redentor, al cual se le dará la bendición por parte del Obispo, dando inicio a que en un futuro próximo este ayuntamiento se convierta en un foco de atracción para una de las nuevas tendencias mundiales que es el turismo religioso. Tal como sucede con el Cristo Redentor del Cerro del Corcovado de Brasil y el Cristo Rey del Cerro del Cubilete en Guanajuato, son monumentos que terminan convirtiéndose en santuarios. El Cristo Redentor de Tihuatlán fue pensado para ser considerado un punto focal de flujos turísticos en la zona norte de Veracruz.
Aún cuando lo más llamativo de Tihuatlán es la nueva escultura de 35 metros de altura; que resulta ser la más grande de toda la república mexicana (el Cristo Rey del cubilete mide 20 metros de altura), ahora existen más esculturas que embellecen la ciudad y le dan una nueva imagen urbana. Por lo que algunas autoridades de Xalapa han comenzado a pensar en llamar a Tihuatlán “La Ciudad de las Esculturas”. Si bien la política de desarrollo turístico llevada a cabo por la actual administración municipal verá reflejado sus frutos dentro de los siguientes años, hoy logra otorgar a la ciudad, no sólo relevancia regional sino estatal, y en un futuro próximo, relevancia nacional.
Ahora bien, en Tihuatlán no sólo se hicieron esculturas, sino también murales culturales y representativos, con gran colorido. Muchos de ellos adornan las fachadas de los edificios públicos del ayuntamiento, donde inclusive se ha logrado consolidar una nueva cultura del trabajo y del servicio público debido a que los funcionarios públicos sienten que laboran en un ambiente de calidad. Con la premisa de que funcionario que no tenga trabajo tiene que dedicarse a otras actividades de servicio público, el DIF tihuateco tiene una nueva dinámica y otorga servicios profesionales de asesoría legal y psicológica para infantes que hayan sufrido algún tipo de abuso, siendo uno de los mejores del estado, inclusive sus instalaciones llegan a ser mejores que las de Xalapa. De igual manera, todas las canchas de las escuelas primarias fueron techadas y la unidad deportiva cuenta con mejores instalaciones y alberca semi-olímpica para promover el deporte.
Con estas acciones la administración saliente logró dar una mayor identidad al ayuntamiento y al mismo tiempo demostrar que en tres años es posible lograr un cambio significativo. La administración instauró un programa de promoción cívica entre niños, así como recorridos por las instalaciones municipales para que vean cómo trabajan los funcionarios públicos.
Sin embargo, lo más importante fue la política de desarrollo enfocada a la cobertura de Agua Potable, la cual aumentó radicalmente. Esta administración se fijo como único gran objetivo aumentar la cobertura de este servicio público para los habitantes con la finalidad de mejorar los indicadores de Desarrollo Humano para disminuir la marginación y este es en realidad el gran legado de la administración saliente.
Como ya lo mencioné anteriormente, con esto se rompe el mito de que tres años son pocos para que una administración municipal realmente pueda lograr un mejoramiento en un ayuntamiento. El municipio de Tihuatlán con un presupuesto de cerca de 100 millones de pesos al año logró más por su gente que muchos de los ayuntamientos vecinos con mayor presupuesto. Algunas de las obras como el Cristo Redentor fueron construidas con donaciones de particulares, mientras que el mejoramiento del edificio del DIF, así como el servicio que otorga, son financiados con recursos obtenidos en eventos de recaudación, convirtiéndose en uno de los primeros proyectos de servicios públicos autosustentables.
La administración saliente de Tihuatlán en la que el alcalde donó su salario de tres años para becas de estudiantes, deja un gran mensaje, no sólo a sus ciudadanos, sino al resto de los municipios veracruzanos: con pocos recursos, pero con iniciativa se puede hacer mucho. Por supuesto, todo lo antes mencionado es mejor verlo en lugar de leerlo, así que si pueden visiten la ciudad y observen por sí mismos.