De acuerdo al último informe de Deuda Pública de Entidades y Municipios elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al cierre del año 2006, la deuda del estado de Veracruz creció de 2005 a 2006 cerca del 60 por ciento, pasando de tener un saldo de 3,464 millones de pesos a 5,514 millones de pesos. Dato que refleja el más alto endeudamiento del Estado en más de una década.
Este informe deja mal parado al Gobernador, quien asegura a los veracruzanos que el estado ya no se encuentra endeudado y que ha eliminado la deuda pública que contrató el gobierno alemanista. Por el contrario, la actual administración ha elevado el saldo de la deuda de Veracruz a un máximo histórico. Fidel Herrera superó la deuda de Miguel Alemán. Hoy, Veracruz es el séptimo estado más endeudado del país, después del Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Chihuahua y Sonora. Además, es uno de los estados que experimentaron las más altas tasas de crecimiento de la deuda pública.
El problema es que el gobernador insiste en engañar a los veracruzanos declarando que la Bursatilización del Impuesto de la Tenencia no es deuda, cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como las instituciones financieras, la califica como tal.
Fidel Herrera quiso enviar una señal de fortaleza en las finanzas públicas, presumiendo una realidad tergiversada de que el estado ya no tenía acreedores, sino inversionistas, lo cual es totalmente falso. Con la Bursatilización de la Tenencia y la creación del Fondo Veracruz se intenta crear la imagen de que el estado ahora tiene más inversionistas, pero se omite mencionar que están invirtiendo en la bolsa, no en el estado. Los tenedores de los bonos emitidos en la bolsa en realidad son acreedores.
De hecho, a la deuda directa de 5 mil millones de pesos, habría que sumarle la deuda contingente del instituto de pensiones. En este sentido, el Fondo Veracruz no es más que una canasta de bonos de deuda que compra el Estado de Veracruz para obtener mayores rendimientos, pero no resuelve el problema del déficit actuarial que sufre el Instituto de Pensiones del estado el cual se estima cercano a los 40 mil millones de pesos, ni logra obtener mayores recursos para el desarrollo, como lo ha querido hacer ver el gobernador. Es igual a cualquier fondo de inversión que venden las instituciones financieras al público.
A la fecha el gobernador sigue negando el endeudamiento en que ha incurrido al estado. La deuda de Veracruz tiene un vencimiento de 30 años y su costo financiero es alto comparado con el resto de las emisiones bursátiles que se realizaron el año pasado, ya que se encuentra referenciado a tasas de interés reales, lo cual implica un impacto oneroso para las finanzas públicas estatales. Hay que recordar que Fidel Herrera prepago los créditos contratados con tres bancos comerciales, pagando deuda antigua con deuda nueva, pero la sustituyó por una más cara.
Una vez más, el uso de la deuda pública no es malo por si mismo, ya que por ley debe ir dirigida a obra pública e infraestructura de alto impacto social. Muchas veces la deuda es la única manera de poder realizar grandes proyectos, por tanto, el hecho de contratar deuda no es preocupante, pero si la actitud del gobierno del estado por disfrazar una operación con la cual se incrementó la deuda en 60 por ciento y que llevó a máximos históricos el endeudamiento, y de esta manera, evitar un posible costo político.
El informe se puede encontrar en:
http://www.apartados.hacienda.gob.mx/ucef/estadisticas/ces/2007/deuda_01.pdf
Gabriel Yorio González es economista del Tec de Monterrey y Maestro en Economía de El Colegio de México. Analista Económico y Servidor Público.
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